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Arquitectos: 3Gatti Architecture Studio
- Área: 14300 m²
- Año: 2008
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Fotografías:Shen Qiang & Daniele Mattioli
Si buscas 31 ° 16 '9.45 ", 121 ° 27' 14.93" en Google Maps, aparecera una vista a escala zenith de un edificio rectangular, caracterizado por un patio central con puentes peatonales que lo cruzan y un largo muro rojo que actúa como una barrera para separar las áreas internas de los ruidos y la carretera elevada en el lado opuesto. El diseñador del proyecto, Francesco Gatti dice: Cuando diseñamos el edificio hicimos que la fachada roja se gire hacia el techo, para que en los principales sitios de mapas pueda ser reconocible.
Es una opción de visibilidad que trasciende las dimensiones del barrio y lo que podría parecer a primera vista megalómano, una firma visible desde el espacio. En realidad, este muro rojo, llamativo y con exageradas dimensiones, representa toda la idea de construcción, la punta de un iceberg de un complejo y complicado proyecto que nos habla sobre el actual estado de la arquitectura en China. Gatti ha estado viviendo y trabajando en Shanghai desde el año 2003. El arquitecto, de origen romano, se ha concentrado en proyectos heterogéneos: desde el renacimiento de antiguas áreas industriales al diseño de áreas urbanas, desde la arquitectura de interiores a importantes competencias de nivel internacional. En todo proyecto, sea el interior de una tienda de ropa o un museo de automóviles, uno puede reconocer sus conceptos y estilos, pragmáticos y visionarios. Al responder a las exigencias de un cliente privado o una empresa, Gatti se esfuerza en encontrar una idea excepcional, capaz de satisfacer las condiciones del contexto, la adición de una solución inesperada, que en medio del caos y mutación de la metrópoli China, puede dar un carácter único al proyecto.
En el caso de Red Wall (Muro Rojo), se trataba de un objetivo particularmente difícil. El proyecto debió lidiar con graves limitaciones: un presupuesto particularmente escaso, un sitio rectangular y estrecho y, sobre todo, el implacable razonamiento del inversor, decidido a explotar comercialmente cada metro cuadrado del edificio. Por ello, el arquitecto italiano propuso un simple diseño: un volumen regular de cuatro plantas, vacío en el centro, ya que era indispensable proporcionar luz para iluminar las plantas superiores destinadas a ser oficinas. El muro rojo no fue diseñado con estructuras complejas o materiales caros, para así maximizar los recursos locales y saber hacer. El objetivo era concentrar la experimentación sobre la "piel".
Esta estrategia es utilizada a nivel mundial, y con frecuencia ha producido "cajas" con un mediocre contenido y un llamativo aspecto exterior; soluciones puntuales para los edificios, una vez que la novedosa apariencia externa ha desaparecido, han retrocedido al anonimato de los interiores estandarizados. En el caso de Gatti, las limitaciones del presupuesto y la decisión de concentrarse en la cara o piel externa han en efecto producido un resultado dual, al mismo tiempo, escultórico y funcional. La estética e identidad del edificio se ha afinado hacia el confort ambiental del interior. La fachada principal es una larga composición de paneles de aluminio color rojo, de forma triangular, destinados a ser percibida como en movimiento desde el interior de los vehículos que transitan por la carretera elevada en el lado opuesto. La idea de la textura, producida a partir de la coincidencia de polígonos triangulares de diferentes formas y dimensiones, nació de una intuición directa, la adaptación arquitectónica de la interfaz gráfica de uno de los programas principales para el modelado 3D.
La fachada principal de Red Wall es completamente bidimiensional, sin embargo, el patrón de la composición genera una extraña malla óptica que parece crear un movimiento de desahogo. De esta manera Gatti obtiene un sorprendente resultado, la optimización de los recursos: para efectuar esto, se utiliza no más de aluminio. El muro rojo es grueso y tiene estrechas aberturas lineales con el fin de limitar la contaminación acústica y visual resultante por la presencia del tráfico. Las fachadas menores, destinadas a acoger el aparato técnico, ha sigo escondida detrás de una segunda malla, un patrón de paneles de bambú que se caracteriza por sus diferentes dimensiones a la medida que sobresalen. La "piel" de la fachada da un efecto escultórico y su amplitud proporciona la sombra necesaria para evitar el sobrecalentamiento. El concepto del "Red Wall", una estructura multifuncional de 14.300 metros cuadrados, nació en 2008 y la construcción se llevó a cabo durante el transcurso del mismo año. En el lapso de pocos días Gatti y sus colaboradores se trasladaron de una propuesta convincente a la elaboración de los diseños técnicos necesarios para la construcción.
La obra comenzó pocos días después con el inhumano ritmo de la China capitalista, un modelo a escala 1:1, en que todo el mundo, contratista, cliente y arquitecto, deciden día a día los detalles a seguir sin la organización raciona de una construcción tradicional. El costo laboral es tan bajo que fue posible experimentar, construir y demoler partes por completo, como una maqueta.